"Justamente es en Extracción de la piedra de la locura donde Pizarnik retoma, para referirlo al trabajo alquímico de la escritura, el famoso oxímoron nervaliano del "sol negro", ese antiguo término que los alquimistas ya usaban para referirse a la bilis negra de la melancolía. Esto echa luz (sombra) sobre la tan vapuleada relación poesía-melancolía. No para plantear una vez más la pregunta inconducente de si los poetas son o no seres melancólicos, sino para constatar que la poesía siempre da cuenta de lo que el enfermo de melancolía sólo padece. Julia Kristeva, refiriéndose al famoso soneto de Nerval, El desdichado, lo dice en estos términos: "`Yo soy el tenebroso, el viudo, el inconsolado´ designa, con un saber tan seguro como iluminado por una nesciencia alucinatoria, la condición necesaria del acto poético. Tomar la palabra, situarse, establecerse en esa ficción legal que es la actividad simbólica, es -en efecto- perder la Cosa", en Sol negro, Caracas, Monte Ávila, 1991, p.124. Giorgio Agamben parece referirse a algo parecido cuando dice: "El locus severus de la palabra y de las formas simbólicas a través de las cuales, según palabras de Freud, el hombre logra `gozar de los propios fantasmas sin escrúpulos ni vergüenza´, en Estancias, Valencia, Pre-textos, 1995, p.63."
La boca del testimonio, Tamara Kamenszain. Nota 6, p.69 y 70.
4 comentarios:
kristeva habla tan bien que a veces pierdo el hilo de lo que leo y me aburro. pero son cosas que pasan eh. saludos.
"lejos lejos ya no podes volver
luna vieja
sol negro en mi piel
que camino tomare?
estan llamando
se va el ultimo tren"
(Ubika - Si estas escuchando)
otra loca hablando de soles negros
=P
exitosss!
^^
b.*
"El Bosco introduce por tanto a la Iglesia dentro de la crítica que hace hacia la estupidez y la hipocresía de la época. Es una crítica en la misma línea que su cuadro La extracción de la piedra de la locura, en donde también aparecen clérigos a cargo de la macabra operación, pero al mismo tiempo formando parte de ella –así la monja aparece en este cuadro con un libro cerrado sobre la cabeza y una expresión de estupidez y aburrimiento en el rostro–. En La nave de los locos la Iglesia aparece formando parte de esos locos, y probablemente como los más locos entre los locos."
...
"Existe una conexión evidente entre La nave de los locos y La extracción de la piedra de la locura. Ambas obras son una alegoría del hombre en el mundo, de la estupidez y de la barbarie humana; porque la nave de los locos, al igual que la piedra de la locura, es un símbolo que sigue plenamente vigente en nuestros días. Y a veces es inevitable pensar que el mundo es una gigantesca nave y que nadie se salva de la locura, una nave que no se sabe bien hacia dónde se conduce, pero probablemente a Narragonia, el país de los locos y de los tontos, porque aquellos que dirigen la nave son precisamente los más estúpidos y locos. Todos participamos del viaje, pero en diferente medida, porque algunos nos quedamos en un reducido rincón de la cubierta. Sin embargo, es imposible no confesar que formamos parte de la nave, y que aunque algunos sean más estúpidos que otros, todos vamos hacia el mismo sitio. La nave de los locos es uno de los símbolos más certeros que hayan podido crear sobre el mundo y sobre el género humano. El barco sigue navegando, pero yo me pregunto, ¿hacia dónde va?"
Michael Foucault, Historia de la locura en la época clásica (2 tomos), México, Fondo de Cultura Económica, 1991
Compruebo con satisfacción que se cita, luego vivimos.
Yo desde que leí el cuento-ensayo de Julian Barnes sobre "La balsa de la Medusa" en "Historia del mundo en diez cpítulos y medio" ya no fuí el mismo.
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