sábado, abril 02, 2005

Casos de la vida real

Haga como si estuviera en casa

Una esperanza se hizo una casa y le puso una baldosa que decía: "Bienvenidos los que llegan a este hogar". Un fama se hizo una casa y no le puso mayormente baldosas. Un cronopio se hizo una casa y siguiendo la costumbre puso en el porche diversas baldosas que compró o hizo fabricar. Las baldosas estaban colocadas de manera que se las pudiera leer en orden. La primera decía: Bienvenidos los que llegan a este hogar. La segunda decía: La casa es chica, pero el corazón es grande. La tercera decía: La presencia del huésped es suave como el césped. La cuarta decía: Somos pobres de verdad, pero no de voluntad. La quinta decía: Este cartel anula todos los anteriores. Rajá, perro.
Historias de cronopios y famas, Julio Cortázar.

1 comentario:

principio de incertidumbre dijo...

Me voy a fijar, porque todavía tengo Historias de cronopios y famas en casa (causa y efecto de que mi universidad te los preste). Ahora no recuerdo con exactitud "Filantropía".
Sí, sé que fuiste la primera, y ya agendé tu bítacora.
Saludos.