¿Vieron que hay días (y no nos extendamos más en el tiempo, por favor) en los que ya nada más puede pasar?
Bueno, tan así que ni pienso postear la cronología de mi miércoles, porque ya tuve una ola de llamadas telefónicas y conversaciones personales y de no saber desde dónde arrancar el relato que hasta me cansé de mi voz.
Todo esto para decir que unos días estaré sin postear, pero andale, sigan visitando mi blog, que yo visitaré los suyos y gracias, gracias por los comentarios a las entradas anteriores.
Y vuelvo con poemas.
¡Ah! Me olvidaba. El fin de semana recordé por qué era tan tan rica la caipirinha.
6 comentarios:
Sigo visitando su blog. No hace falta que me lo pida. Es un placer andar por acá siempre.
Saludos.
Vuelva pronto.
Un tal Aon
Nunca probé ese trago.
Sí, no me esmeré mucho en este comentario... tal vez no tenga nada más que decir al respecto.
Me despido con un: Marley puto.
Efectivamente la caipirinha ta buena.
Se esperan los poemas...
Saludos
Oiga, tranquila, también hay de los otros dias. Pongale sus caipirinhas, mire el cielo, no pesque tanto a los que se toman tan en serio... y listo.
Saludos
M.
esto no es joda: ayer estuve buscando páginas para la preparación precisa (y buena) de caipirinha.
Y hace unos días estuve mirando limas.
ay...
yo te descubrí hoy 13 de mayo por el lado de Mrs Peel, pero volveré y seré millones...
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