Si la no la ubican, esta chica aparece en la última de Jim Carrey (¡Sí, señor!), salvando un poco las papas. A mí me llamó la atención en Soltero en casa -de esas películas en las que esperás que ciertos actores como Kathy Bates tengan todavía su destello-. Ahí la chica mostraba su encanto, entre freak y nerd; que en el fondo, muchos quisiéramos tener.
Encima, canta.
P.D.: Sí, esta intermitencia en los posteos es un poco la falta de confianza que siempre tuve en el soporte. Nunca supe si era un diario, una nota, un acumular o atesorar citas. Ahora; con otro formato más "seguro" en cuanto a la visibilidad y cierta obturación personal en cuánto a escribir en cierto estilo o "para".
Ese recorte que hago en fb: donde puedo publicar con descaro sobre qué cosa vi hace diez minutos en la calle. Y quizá eso no implique que exista una observación tan marcada o un formación de la imagen tan rigurosa (aún con todos los test que hay para ver qué clase de libro somos o qué héroe pudimos ser).
Tener un blog siempre implicó una cuestión de valorar qué se está escribiendo; qué se pone. La presión de la evaluación. ¿Qué es esto?
Hace unos días estoy sincerándome con muchas cosas y personas. En el medio de una peatonal bahiense, tomando helado con mi mamá, le dije cosas de mi infancia; le hablé de mis miedos, de ese desgarro provinciano que tanto me costó superar.
A veces pienso que también podría hacer un post donde cuente que a la tarde dije: "yo los extrañé tanto; perdoname si te conté esto".