miércoles, mayo 20, 2009
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EL PROCESO
-¿Qué hago? No soporto vivir. La vida es tan corta, y no soporto vivir.
-No sé. Siento lo mismo. Pero hay cosas, hay muchas cosas. Hay un punto en que la desesperación es una luz, y un amor.
-¿Y después?
-Después viene la Naturaleza.
-¿Usted está llamando naturaleza a la muerte?
-No. Estoy llamando naturaleza a la naturaleza.
-¿Todas las vidas habrán sido así?
-Creo que sí.
Clarice Lispector, Revelación de un mundo (Adriana Hidalgo, 2005).
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4 comentarios:
Lore:
Clarice me está llamando desde hace rato. Lo poco que me muestran es muy sorprendente. En mi próximo viaje a Argentina quiero comprarme algo de ella. :-)
Gracias por volver. Se te extrañabaa!
Querida PdI:
Aunque ud. esté medio vaga, yo me fijo todos los días si publicó algo.
Siempre es un placer leerla.
No sé si recuerda que soy ciego a la poesía, pero ese verso en francés del primer poema me llevó a buscar la fuente: "La felicidad" de Henri de Régnier. El poema completo es una hermosura, vea.
Así que gracias por ponerle un poco de luz a la cosa.
Escriba más seguido.
Una postración en tierra para ud.
Zaaar
vero: comprate por internet este libro. Es tremendo. Yo me dosifico la lectura con los libros que me gustan porque me pegan mucho y ella es súper intensa.
Comprate algo, ¡ya!
Gracias por leer mi blog.
:)
zaaar: Vos hacés los deberes mejor que yo. El verso en francés: yo sólo puse las palabras en el traductor y me dio: "Si quieres ser feliz, no recojas a la rosa …", donde el poema de Fabián Iriarte me pareció más tremendo aún.
Voy a buscar el poema entero que decís.
Gracias por comentarme siempre.
Abrazo,
Lore.
Le bonheur
Si tu veux être heureux, ne cueille pas la rose
Qui te frôle au passage et qui s'offre à ta main;
La fleur est déjà morte à peine est-elle éclose.
Même lorsque sa chair révèle un sang divin.
N'arrête pas l'oiseau qui traverse l'espace;
Ne dirige vers lui ni flèche, ni filet
Et contente tes yeux de son ombre qui passe
Sans les lever au ciel où son aile volait;
N'écoute pas la voix qui te dit : « Viens ». N'écoute
Ni le cri du torrent, ni l'appel du ruisseau;
Préfère au diamant le caillou de la route;
Hésite au carrefour et consulte l'écho.
Prends garde… Ne vêts pas ces couleurs éclatantes
Dont l'aspect fait grincer les dents de l'envieux;
Le marbre du palais, moins que le lin des tentes
Rend les réveils légers et les sommeils heureux.
Aussi bien que les pleurs, le rire fait les rides.
Ne dis jamais : Encore, et dis plutôt : Assez…
Le Bonheur est un Dieu qui marche les mains vides
Et regarde la Vie avec des yeux baissés !
Henri de Régnier
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