miércoles, marzo 16, 2005

Lo que fue...

Demasiado tiempo laburando, che. Diez días de trabajo arduo para ganarse el pan. Más de 15 horas diarias. No hay cuerpo que aguante. Se vio de todo por allá.
Adquisiciones: un par de velas (que no tienen estearina, porque-así-duran-más), unos sahumerios con madera de bambú, al módico precio de dos pesos; un porta sahumerios (claro); algunos portaretratos de maderas, en donde aún no sé qué fotos poner; una remera de snoopy, y me la banco, ¿eh?; muchos regalos, muchos.
Encima me regalaron celular, yo que renegaba de ellos, será cuestión de acostumbrarse... Una parte de mí se retuerce sistemáticamente cada vez que el maléfico aparato suena.
Una señora llamó especialmente mi atención: hacía señaladores con flores secas, no le compré ninguno, pero algo raro hubo. No puedo delucidar qué.
Mientras, mi primito Lautaro (8 años) me regaló una pulsera con tortuguitas y cascabeles que no me pienso sacar, sí.
Aún siento el olor a empanadas fritas, creo, será un estigma de por vida.
Mucha gente, personas simpáticas, algunas no tanto, otros infumables. Alguna vez traté mal a un cliente. Un agradable muchacho me invitó a tomar yogur (y mate), pero tuve que rechazarle la invitación...
Ahora a volver a la vida real, mañana comienza mi año.
Eso.

P.D. en la fiesta del 7 de marzo descubrí mis ganas de ser payaso por un día, o por algún ratito.

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