domingo, diciembre 02, 2012

Mi libro





X-men

Nong Youhiu tiene los ojos azules, azules.
Le dicen niño-gato, porque ve en la oscuridad
y sus ojos brillan.
Nong puede cazar grillos 
sin necesidad de usar linterna.
Unos médicos lo encerraron en una habitación sin luz
le dieron cartas y una a una él indicó cuáles eran.

¿El fulgor que emite será como la bioluminiscencia
de las luciérnagas
o como el de los peces abisales? ¿Servirá de señal
de apareo o podrá utilizarlo de carnada?

¿Cómo vas a leer historietas de mutantes con un aparato con pilas,
tapado con sábanas de esos mismos seres evolucionados
si ya sos uno de ellos?
¿Tus pupilas se estrechan verticalmente, Nong?
¿Verás insectos, mascotas, parientes con visión infrarroja?
¿Podrás guiarnos según el calor que emitan nuestros cuerpos
hacia otros similares?

Un profesor nos dijo que en miles de años
se nos caerá el pelo y que no tendremos más dedos meñiques
en un salto evolutivo. Seguramente no calculó que alguien
vería donde nadie puede, acaso sin temer.
Mis hijos, entonces, ¿podrían desarrollar membranas interdigitales
como las ranas o los patos? Querrán ser como aquaman, o como Nong,
tener adaptaciones inusuales, nadar a una velocidad mayor,
soportar mayor presión acuática o tendrán miedo de ser llamados
por nombres que reverencien sus características y no poder alejarse
jamás de tener ojos azules, azules
y de que el mundo todavía no esté listo para dejar de temer a la oscuridad.

de Una chica de río (Colectivo Semilla, 2012).


El audio de X-men.

Pueden pedir el libro en la página de la editorial o a mi email personal.

lunes, noviembre 07, 2011

***

Salió la nueva revista online No Retornable.

Además, de todo el contenido, pueden ver una reseña que hice sobre el poemario de Gabriel Cortiñas, Hospital de Campaña, acá.

miércoles, septiembre 21, 2011

martes, diciembre 28, 2010

Gerónimo Unibaso, dos poemas.


Humpty Dumpty

Como a veces no entendían lo que decía
en mi infancia intentaron mejorar
la forma en que hablaba
con un lápiz en mi boca, después supe
que el tartamudo Demóstenes antes
se había curado poniendo piedras en su boca
y hablando frente al espejo. Así llegó a ser
el orador más grande de Grecia. (Nunca quise ser orador).
Mejoré poco con el lápiz y por temor
al mito medieval de la piedra de la locura no seguí
ese ejemplo: una piedra seguro
fue la que se le metió Estomba en la cabeza
y lo confundió. George Steiner citando
una tradición herética de la Cábala decía
que un día las palabras
se rebelarán del significado y serán
“sólo ellas mismas, y como piedras muertas
en nuestras bocas”. Ese día Humpty Dumpty
al pronunciar
no sabrá lo que dice.


Mi hermana, mi papá, mis vecinos


No creo en la suerte. El destino
-alguien lo dijo- se entreteje
irreversible y de hierro. Lo que no se ve,
lo que no sabemos que exista,
pesa sobre nosotros y nos define.
Todo nos marca. Mi hermana murió cuatro días
antes de mi nacimiento -eso fue en Bariloche-.
Por fotos la conozco. Nunca me expliqué
su muerte aunque varias veces me contaron
su historia. Hacía frío. Ella estaba como resfriada
y se ahogó con sus propios mocos. Papá
la estaba cuidando. Al verla agitarse la tomó
entre sus brazos y sin saber qué hacer corrió
hacia el hospital. Al llegar estaba muerta.
Por mucho tiempo mis papás
lloraron su muerte –era la primer hija-. Papá
se culpaba. Tiempo después aprendió
el simple ejercicio que desahoga los pulmones
y se entristeció más. Ella no alcanzó a cumplir el año.
Al nacer yo, ella era nadie pero su fantasma
me hizo sombra. La beba de las imágenes
siempre fue la más hermosa.
Se llamaba Solange de las Nieves, y el blanco
que encendió su rostro
luego cubrió su tumba. Más de una vez la imaginé a mi lado,
fuerte, cálida. Mucho después, ahora en Bahía,
teníamos vecinos con los que -vaya a saber uno por qué-
estábamos peleados: insultos tontos
porque nosotros -que éramos chicos-
jugábamos cerca de su vereda o se nos perdía la pelota
en su patio. No nos hablábamos. Así, una noche
la vecina llegó asustada. En sus brazos tenía
al más pequeño de sus hijos que con la cara violeta
se esforzaba en respirar. Pedía ayuda. Rápido mi papá
tomó el auto y subiéndolos corrió al hospital.
Lo acompañé. En el viaje él iba dando instrucciones
de eso que se llama primeros auxilios. De pronto el niño
vomitó una flema espesa y verde, y comenzó a respirar.
Los dejamos en el hospital. Nuestra vecindad
no mejoró por esto. Las pelotas que caen en su patio
siguieron perdiéndose, y la vecina aún se queja
por los ladridos del perro,
porque pisamos su vereda,
o porque la miramos mal.

Gerónimo Unibaso, de Escalones (Editorial Colectivo Semilla, 2010, Bahía Blanca)





El libro sale 15 pesos y pueden comprarlo enviando un email a noesrevista@gmail.com

viernes, octubre 08, 2010

MDQ +Esto no es una revista literaria

Sacamos el número 6 de la revis y nos vamos a la flia de mar del plata, con libros (Los siete magnifícos) y muchas cosas más.





domingo, agosto 29, 2010

Poesía + lectura + vengan todos



Lectura de poesía. Abren tres nóveles talentos. Luego leerán Alejandro Méndez, Horacio Fiebelkorn y Marcelo Díaz

Estarán a la venta libros de Alejandro Méndez y ejemplares de "Esto no es una revista literaria".

Sábado 04/09/2010 - 18:00hs puntual.

Casa de la Cultura U.N.S. - Av. Alem 925 - Bahía Blanca
ahora que tengo la edad de mi madre cuando escribí
una mujer de 60 años caminando erguida bajo la lluvia
me pregunto en la inconciencia de los años
qué hacía esa mujer que llamaba la atención de su hija
joven
iba de visita a casa de sus amigos llevaba un bizcochuelo
los descendientes de inmigrantes siempre piensan en la
comida
me gustaría que alguien me mirara caminar
y dijera que aún estoy erguida
y aún tengo amigos para visitar

Juana Bignozzi, si alguien tiene que ser después (Adriana Hidalgo, 2010).

martes, julio 06, 2010

*


Vivian Lofiego

Réquiem para lepidópteros

Huesos de jibia, 2008.

39 páginas/ Poesía

“lo que mejor me sale es dibujar mariposas en los márgenes/me secundan, me elevan” son los versos finales de “la escuela”, que escribe Lofiego. En la contratapa se lee: “no hay verso ni palabra que no despierte en el lector esa sensación de tiempo suspendido” y así, de sencillo, uno se encanta con los poemas de Vivian del mismo modo que se observa absorto esas partículas que flotan vistas a trasluz en un tarde de parque (para estar a tono con los paisajes del libro).

La nostalgia está presente, pero no de modo triste, sino como una afirmación de lo que se ama y lo que se vivió: se retorna con alegría y pena a ciertos paisajes de nuestra infancia. En “el día que se murió la luna” una voz lúcida advierte que nuestro satélite ya no tendrá quién le escriba poemas.

De esta manera se viaja por cumpleaños en el bosque, la iglesia: “¿a quién podía contarle lo impuro que decía de nosotros el/cura del colegio?”, noche de reyes, por la madre que vende su vestido de novia; todo con la luminosidad de quien reconstruye su memoria sin eludir los pasajes que fueron oscuros.

Ondulaciones




Vicente Muleiro

Ondulaciones

el suri porfiado, 2008.

43 páginas/ Poesía
$ 20



“Ondulaciones, quiebres, puntos de sutura.

Relieves sobre la línea recta. Relieves, grumos

casi invisibles sobre la superficie plana del sinsentido.” Escribe Muleiro, antes de comenzar el poemario, debajo del título y la dedicatoria a Silvia Schujer, y funciona como prólogo/poema: advertencia de lo vendrá, anticipo de la lectura e intencionalidad.

Es así como esas “ondulaciones” poéticas pueden asemejarse a ese vaivén de las olas: la observación no es la misma en la parte convexa que en la cóncava. También algo de sosiego cuando estamos en la parte baja, y la esperanza de que lo ido, regresa. Todo esto y muchísimo más podemos experimentar en cada uno de los poemas –numerados- de Muleiro, quien, además, no le escapa al sentimiento; a cierta lírica que cuesta encontrar actualmente.

Y con estos quiebres en la forma va dando sentidos nuevos a lo cotidiano: “Cuando al llegar al mar/el mar nos llegue.”, o como en el poema 38, donde manifiesta su tedio ante la incomprensión de un cajero (cualquiera) que logra enterrarlo en la cola del banco e impedir que se concentre en el “falso angelical de Isabelle Adjani”.

Este poeta nos hace asombrar, encontrarnos con esa lengua poética de la que habla Julia Kristeva (donde la lógica se ve superada por lo que engendra el significado), releer una y otra vez el libro pequeño para poder reencontrarnos con: “Sucede lo de siempre:/la poesía trágica/se escribe/a ras del piso.”

**



Marina Porcelli

De la noche rota

Edulp, colección “sólo cuentos”, 2009.

116 páginas

$29


La colección Sólo cuentos es una iniciativa de la Edulp (Editorial de la Universidad de la plata). Cuatro títulos son con los que comienzan: Hacia el mar, de Marina Arias, Un dios demasiado pequeño, de Juan José Burzi (quien dirige la colección), El salto final, de Pablo Vinci y De la noche rota, de Marina Porcelli.

En el blog de la colección se manifiesta la intención devolver la vigencia al género (sobre todo en nuestro país, vasto en cuentistas) y se remarca la importancia de que cada libro sea de un solo autor; últimamente hemos visto publicadas varias antologías, pero estaba ausente la posibilidad de seguir leyendo sobre un mismo autor.

Porcelli, en su nota inicial, advierte que los múltiples registros de cada historia que escribió se reúnen en una misma mirada: que todo libro tiene como finalidad dar una observación del mundo. Así, pasa por temas como el suicidio (reflexiones personales de los protagonistas, “José Evaristo Ron”), cierta incomprensión social (“El viaje de Hermes), el incesto, la reverberación que queda entre dos amigas de otra suicida (“Esa noche llamó Tamara”).

El libro habla de la muerte desde una perspectiva que tal vez, muchos, no nos atreveríamos a ver fijamente. Ese miedo y ansiedad que sentimos constantemente hacia algo que no se puede expresar y en el libro de Marina, se hace físico.

miércoles, junio 23, 2010

lunes, junio 21, 2010

¡Ya se viene!



El libro inauguración de nuestra editorial, Colectivo Semilla.

Chochos.

Además, el quinto número de Esto no es una revista literararia, con cuatro plaquettes que se las traen.

Apoyemos a la Editorial La Propia Cartonera





Transcribo:

Si estás a favor de la reapertura del Centro Social Clase A, donde funciona la Editorial La Propia Cartonera, enviá esta imagen petitorio a la siguiente dirección informacion@cultura.imm.gub.uy , con el asunto: "explicaciones por el cierre del Clase A".

La idea es que lleguen varios mails con el mismo formato, no solo como gesto de solidaridad, sino también demandando información clara del cierre de este espacio que nos pertenece y en el que se generan actividades culturales, desde Nuevo París, con vecinos del barrio y en cual trabajamos y realizamos encuentros desde hace poco más de un año.


MANDAR ESTE MAIL NO CUESTA NADA, Y PARA NOSOTROS, ES UN GESTO QUE VALE MUCHO.

viernes, mayo 14, 2010

Fotos y poemas

Charlas de nenas casi adolescentes
-en un vestuario de algún lugar
destinado a los partidos de handball
de los torneos bonaerenses-
“¿puedo jugar mejor con esto?”
la inquietud de romper con la pureza,
meterse algo
ahí.
“¿Duele?” y arrepentirse de quedar como tonta.

Se ven pelitos de algodón,
jugar con la textura, comprobar la suavidad.
Por unas horas se ignora la permeabilidad,
el movimiento, la obturación.

Tirar del hilo: asombro de la hinchazón;
toda la sangre contenida.
Angustia; una parte del cuerpo
se desecha.






“Ya sé lo que te diga no va a ser suficiente consuelo”,
canta Julieta Venegas.
Ante el dolor asoma el impulso del refugio materno,
también el mandato matriarcal de soportar:
mantenerse a una pared imaginaria
con la misma adherencia de un pulpo.
Tal vez sea hora de transformar los vínculos,
atreverse a la fraternidad
decir:
sí, estoy triste, abrazame.
Y tener como mantra
las palabras de Rocky –la última-
en donde dice que no importan las batallas ganadas
sino todos los golpes que podés aguantar.







Difícil no comparar la pierna femenina
con algún instrumento filoso:
la vagina es filo y tiene vaina,
las piernas son los lados
del cuchillo, tijera o cualquier objeto lacerante.
Se escucha por allá, advertir,
dar clases de sentido común
“no te vas a perder por un par de gambas”.
Entonces, el desafío;
nada de bordes y aristas,
la textura de estas extremidades
son más similares al abrazo:
producen concavidades y dan convexo
a otras complexiones,
cariño.





La foto de una Barbie, que, sin embargo,

está sin pelo.
Ese objeto/símbolo de mujer/niñez
que establece perfección
(una perfección distante:
nada de grietas, nada de desproporciones
nada de gestualidades;
apenas alguna amiga “étnica”)
y causa euforia en jugueterías.

En quinto grado una chica
a la que los papás si podían
comprarle toda la colección
con Ken y auto convertible incluido
las llevó al colegio
y en el recreo
desparramó de su mochila
una docena de muñecas
listas para poseer.
Por supuesto que todas
quisieron jugar, tocar
esa delicadeza desconocida.
Ella no quiso que nadie, nadie
manoseara sus tesoros.

Ahora, sin esa preciosa cabellera
-los agujeritos de los pelitos ausentes
actúan como cicatrices-
no dan ganas de manipularte como juguete.




Las fotos son de Andrea Testarmata y Florencia García Armado y cada poema lo escribí para la foto que está debajo -respectivamente-.

sábado, diciembre 19, 2009

1

Jingle Bell Rock

1

La anticipación con la que los negocios arman
sus vidrieras alusivas a navidad
establecen tiempo e inmanencia:
podemos tener una caracterización del rito
-la tele enseñó que hay nieve, felicidad, canciones en coro por nenes,
jingle bells rock por Lindsay Lohan
y los mejores regalos que puedas imaginar-
aún así, cada año la exaltación hará
que la exigencia sea más grande:
los papás se visten de papá noel,
-si tomás la 503 en diciembre, el barrio palihue
se transforma en postal de película americana:
cada casa tiene paredes y árboles de su patio delantero
llenos de luces intermitentes-
hay cds de Christmas chillout
y una saturación de personas cargadas de bolsas con moñito;
el espíritu navideño se come la existencia.

2

Mi abuela venía todas las navidades
con dulce de sauco y medias coloridas,
tejidas por ella, para todos los nietos:
nosotros las estrenábamos patinando
en el piso recién encerado por mamá.
A mis hermanos y a mí, nos hacía
pan dulce sólo con nueces y chocolates
porque no nos gustaban las frutas secas;
yo miraba la cadencia con la que amasaba
-en la pieza de atrás, que usábamos de lavadero
donde había una mesa grande de madera-
con uñas rojas y el pelo siempre bello.

3

No recuerdo haber deseado con frenesí
ningún regalo específico.
Vivíamos al lado de un jardín de infantes;
venían todos nuestros tíos y primos
y jugábamos en el arenero y el tobogán
mientras mi papá hacía el asado.
Robábamos los restos de sidra mientras los grandes bailaban.
Atraída por el destello de las brasas
me acerqué tanto que me quemé las rodillas,
mi tío enfermero me curó con pasta dental.
Más que a papá noel, anhelábamos la mística de los Reyes:
dejábamos zapatillas, una palangana naranja llena de agua
para los camellos y pasto que luego desaparecían.

4

¿Habrá que mirarnos, entonces, con la extrañeza del Jack de Tim Burton?:
preguntarse sobre este festejo, decir: ¿Qué es, qué es?
por qué la insistencia en la desproporción y artificio
o el mandato de ser perfectos por un día
cuando la revelación puede ser el instante de autenticidad:
que exista la posibilidad de ser cursi y cantar:
all I want for Christmas is you
y el recuerdo de la felicidad ingenua de cuando éramos chicos
pueda actuar como la latencia de esas semillas
que soportan condiciones límites
y todas esas cosas que podían destruirlas
son las mismas que las hacen germinar.

2






La mejor canción para Navidad.

Felices fiestas para todos.

viernes, noviembre 13, 2009




La feria estuvo hermosa. Gracias a todos por participar y venir.

***



Mi amigo Víctor sacó foto de la reseña que hice del libro de Marina Serrano, "Formación Hospitalaria", publicada en NEXO.


/////


Marina Serrano
Formación hospitalaria
Sigamos Enamoradas, 2006.
96 páginas/Poesía
$25

Por Lorena Curruhinca


M. Serrano comienza su libro con los versos: “En un hospital vive un niño con anencefalia, /lo extraño de esto es la palabra: vive.”, el poema concluye contándonos la decisión del médico de no revivir al chico si entra en paro otra vez y con la poeta enunciando la pregunta: “(¿Lo revivimos alguna vez?)”. Así de cruda e íntima, lanza el interrogante que rebota en nosotros mismos y se hace propio.
Así, Marina, transforma en crónica poética su paso por varios hospitales como estudiante de kinesiología. Convierte ese desplazamiento, ese paseo por el horror y dolor de los enfermos en el testimonio de alguien que no recurre a la facilidad de lo trágico para mostrar el propio aprendizaje –frustrado- de endurecerse ante lo ineludible de morir: la constatación de la carencia de poder en situaciones donde no hay acción que sane; el límite personal ante la muerte: “(si es que existe una entidad llamada muerte/y ocupa un espacio y un volumen)”. Aún con todo esto, la poesía de Serrano no sólo nos llega por la transferencia y porque comparte su mirada de realidades de un modo que no esperamos del rol un individuo que establecidamente mantiene distancia y hasta cierta inmunidad y costumbre ante la enfermedad en sí, sino porque registra su propia dinámica y nos la ofrece con valentía y padecimiento: “y el hombre que la medicina era/devoró mi fe”.

sábado, noviembre 07, 2009

¡Ya comenzó!


La segunda feria de editoriales autogestionadas empezó ayer.
Hoy de nuevo, a las 15 hasta las 21 hs, hasta el domingo 8.

¡Vení!!!

lunes, noviembre 02, 2009

jueves, octubre 29, 2009

Varias noticias, varias

1) Se dio a conocer el listado de los seleccionados de Ediciones de la calle, para su Antología poética 2009, a presentarse en diciembre:
  1. Diego Rosake
  2. Emmanuel Jara
  3. Gerónimo Unibaso (¡mi novio!)
  4. Jorge Del Valle
  5. Nicolás Guglielmetti
Y avisan:

El jurado se dará a conocer el día de la presentación del libro (en el mes de Diciembre). En él se incluirá un breve comentario de cada uno de los miembros del jurado, a modo de "criterio de selección".

www.edicionesdelacalle.blogspot.com

2) Falta poco para la Feria de Editoriales Autogestionadas de Bahía Blanca (6, 7 y 8 de Noviembre en la Casa de la Cultura de la UNS) y los chicos de Cospel Ediciones darán un taller de encuadernación. Sería el sábado, a la mañana. Quienes quieran participar anótense en los comentarios o envíen un email a espacioreal@gmail.com.

Es gratis, pero no hay tantos cupos.

¡A anotarse!!!

3) El Club del Vinilo va a estar musicalizando toda la feria. :)



miércoles, octubre 21, 2009

Festival "Salida al Mar, 2009"


Festival Latinoamericano de Poesía
SEXTA EDICIÓN 2009 BUENOS AIRES | MORÓN


LECTURAS | MÚSICA | FERIA DE PUBLICACIONES
Entrada libre y gratuita


POETAS INVITADOS DE ARGENTINA,
BOLIVIA, BRASIL, CHILE, PERÚ Y URUGUAY


6 DE NOVIEMBRE DESDE LAS 18 HS
BIBLIOTECA NACIONAL
AGÜERO 2502 (BUENOS AIRES)

7 DE NOVIEMBRE DESDE LAS 17 HS
ANTIGUA IMPRENTA
ESTRADA 17, HAEDO (MORÓN)


ORGANIZA: CRISTIAN DE NÁPOLI
COLABORAN: FLORENCIA CASTELLANO, GERMÁN AMATO
Y DISTINTAS EDITORIALES PRESENTES EN EL EVENTO.



SALIDA AL MAR es un festival de poesía organizado por poetas y editores, abierto a todo el público y de ingreso gratuito. A las lecturas en escenario se suma una feria de publicaciones con material de distintas editoriales y revistas de poesía del continente.
Desde 2004 el festival reúne cada año a poetas de distintos puntos de América Latina y el país en un conjunto que incluye propuestas emergentes y otras ya consolidadas en años o décadas.
Se trata de difundir las distintas poéticas, pensarlas en relación con el contexto y apoyar a las pequeñas editoriales que las ponen en circulación. El festival se suma así al esfuerzo que en el país vienen realizando editores de libros y revistas de poesía, distribuidores, poetas libreros y coordinadores de ciclos de lectura.


BIBLIOTECA NACIONAL

AUDITORIO BORGES

VIERNES 6 DE NOVIEMBRE


18 HS
Valeria Meiller (Bs. As.)
Pamela Romano (La Paz, Bolivia)
Paula Soruco (S. Salvador Jujuy)
Fabiana Faleiros (San Pablo, Brasil)
Lucas Soares (Bs. As.)


19 HS
Ian Lerner (Montevideo)
Martín Armada (Bs. As.)
Rodrigo Olavarría (Santiago, Chile)
Arianna Castañeda (Lima, Perú)
Gustavo Giovagnoli (V. López)


20 HS
Miguel Ildefonso (Lima, Perú)
Roberta Iannamico (Villa Ventana)
Beatriz Vignoli (Rosario)
Mario Arteca (La Plata)



Feria de editoriales

Durante todo el festival, mesas con libros de poesía de las editoriales: Gog y Magog, Vox, Bajo la luna, Chapita, IAP, Santiago Arcos, Eloísa Cartonera, Mansalva, Tierra Firme, El niño Stanton, Black & Vermelho, El fin de la noche y otras.


ANTIGUA IMPRENTA
DEL FERROCARRIL

Estrada 17, Haedo (Morón)

SÁBADO 7 DE NOVIEMBRE


17 HS
Natalia Perz (Hurlingham)
Sebastián Kirzner (Bs.As.)
Mercedes Halfon (Bs.As.)
Rodrigo Olavarría (Santiago)


18 HS
Victoria Cóccaro (Bs. As.)
Carla Sagulo (Bs. As.)
Jacqui Behrend (Bs. As.)
Miguel Ildefonso (Lima)


19 HS
Música:
Paula Trama, Andrés Ruiz


20 HS
Vanina Colagiovanni (Bs. As.)
Arianna Castañeda (Lima)
Luis Lhoner (Morón)
Flavio Crescenzi (Bs. As.)


21 HS
Soledad Castresana (Bs. As.)
Angélica Freitas (Brasil)
Sebastián Bianchi (Morón)
Marcelo Díaz (Bahía Blanca)



EC Antigua Imprenta del Ferrocarril: a dos cuadras de la estación Haedo del tren del oeste (línea Sarmiento).


Salida al mar.

martes, octubre 13, 2009

///



En el blog de Nexo (suplemento cultural del Periódico Ático) publicaron la reseña de él, de Derrumbe (Guebel) y la mía, del libro de Anne Talvaz.


END OF THE WORDL, 5

Habíamos preferido no acercarnos
al prado donde se esparcen las cenizas. Al parecer era un lugar
que debía tratarse con respeto.


Sería estúpido decir que previnimos lo siguiente:
nunca se puede prever nada, incluso si
tarde o temprano las cosas terminan por saberse;


simplemente, era preferible no abordarlo.
El futuro avanza sobre sus cenizas paso a paso.
Tarde o temprano se sabe siempre por qué.

Anne Talvaz, Confesiones de una gioconda y otros poemas (Bajo la luna, 2008).




///

Anne Talvaz, es poeta y traductora belga (1963). De madre inglesa y padre francés, fue educada en Francia. Está casada con un mexicano. Es, tal vez, esa convergencia de lenguas lo que dota a su poética de una voz reconocible; un sonido que es posible evocar.
El libro reúne dos libros publicados anteriormente: Imagines, de 2002 y Panaches de mer, lythophytes et coquilles, 2006 y uno inédito, que da nombre a la selección.
El primero consta de una serie de 10 poemas, todos titulados End of the World –se incluye una entrevista realizada por J. Arrambide donde Talvaz manifiesta que nombrar en inglés es una forma de distanciamiento- donde se comienza más tenuemente: “a tierra firme crujen por todas partes, pero apaciblemente:/el fin del mundo tendrá también el regusto de lo inevitable” y luego se acrecienta una extrañeza asumida e irónica de la fatalidad.
En Panaches de… detalla las caracolas de mar del cuadro de A. Vallayer-Coster y continúa con una observación de María como alguien cansada de la vigilia y la compasión constante.
Confesiones de una Gioconda refiere la vida de “una mujer de un ejecutivo”, pero no desde el discurso esperable de ese estatus, sino con el sarcasmo de lo “no decible”. En los versos finales se habla del caracter nómade de tal vida los lleva a una ciudad cerca del campo nazi de Birkenau.
Talvaz atrapa no sólo por lo inesperado de sus confesiones sino por esa entrega que se convierte en materia.

martes, octubre 06, 2009

En el blog de Nexo publicaron mi reseña de País de Nieve, de Yasunari Kawabata.






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Yasunari Kawabata
País de nieve
Booket, 2009.
Traducción y prólogo de Juan Forn.
160 páginas


Kawabata (Primer premio Nobel de Literatura japonés, en 1968) escribe País de nieve a modo de entregas y a pedido de lectores da un final –que se transforma en libro- en 1947.
Shimamura es un acomodado que existe gracias a su herencia; de mediana edad, aficionado a la danza, vive con su familia en Tokio. Él viaja a la zona que más nieva en Japón, donde están las zonas termales. En el viaje conoce a Yoko, a quien observa desde la distancia intencional a través del cristal del tren. Desde entonces, podemos ver en él esa actitud lejana de enfrentarse con lo bello. Sólo de un modo de delineamiento o acaso un leve resplandor lo exalten.
En las termas conoce a Komako, aprendiz de Geisha, a quien visitará con los años.
Ella ofrecerá un amor tan frágil como expectante a la presencia del sujeto que se ama; a sabiendas que en él no hay tal correspondencia.
En ell final, Kawabata nos ofrece unos de los mejores incendios de la literatura. Con sutileza ofrece los contrastes de la nostalgia y la tranquilidad del paisaje que cubre la nieve: mientras el alma puede estar en caos, él desliza una prosa que nos lleva hasta la más inolvidable experiencia.

lunes, octubre 05, 2009

¡Se viene la segunda feria!!!!




Si tenés una editorial o tenés tu propio libro y estás interesado/a escribí en este post, o escribime: curruhincalorena@hotmail.com

miércoles, septiembre 30, 2009

¡Todos invitados!!!




Lecturas + poesía + narrativa + sorteos + comida + brindis + oferta de libros y revistas + buena onda
Sábado, 03 de octubre de 2009
19:00 hs
Centro cultural La Usina
O'higgins 474



martes, septiembre 22, 2009

poética

en las manos sostenido
el frasco y el viento
adentro es el único

que solo se mueve


si al menos el miedo tuviera forma (instantánea)

plano vacío sin viento
infinito un objeto borroso
en el medio titila

hacia el vértigo de las diagonales

Facundo Ruiz, de Escorzos (Huesos de jibia, 2009).



miércoles, septiembre 09, 2009




Hoy es mi cumple; tengo una felicidad mansa, como en una canción de Ana Prada o como el poema de Jorge Teiller, "Bajo el cielo nacido tras la lluvia" que en una parte dice:

"Pues siempre podremos estar en un día que no ayer ni mañana,
mirando el cielo nacido tras la lluvia
y escuchando a lo lejos
un leve deslizarse de remos en el agua."




jueves, agosto 20, 2009

por qué leo poemas en el trabajo

no es para salvarme de los animales


luis chavez dice que
el tiempo no entiende de estas cosas
para él
todos somos animales


la poesía detiene el tiempo
no es para pasar el tiempo
que leo en la oficina


conozco las reglas
mantengo las distancias
estas cuestiones de empleado
resultan inútiles para leer


soy interrumpido
soy un pobre y contumaz mediocre
lo cual no se remedia
leyendo poemas en el trabajo
ni escribiéndolos
o sintiendo que no importa
que voy hacia la muerte
con una línea de dios
y los labios cerrados


pero
otra vez
abro francamente ese libro
de Kavafis
adivino los rumores de Alejandría
y me embrutezco de soledad
de silencio

Alejandro Schmidt,
Silencio al fondo (Ediciones Radamato, 2000).


Blog del autor: romanticismo y verdad.


miércoles, julio 01, 2009




Calle abajo hay un negocio en que se reparan radios. Es de un italiano, Joe Vitale. A comienzos del verano apareció en la vidriera un anuncio extraño: El viudo negro. Y abajo: SIGAN ESTA VIDRIERA Y TENDRÁN NOTICIAS DEL VIUDO NEGRO. Así que el vecindario quedó intrigado, a la expectativa. Unos días después se agregaron dos fotografías amarillentas, tomadas hacía unos veinte años, mostraban al señor Vitale como un joven fornido, con un traje de baño negro, hasta la rodilla, y una gorra negra. Debajo de las fotografías, a máquina, se leía que Joe Vitale, a quien todos conocíamos como un técnico de radio cargado de hombros, de ojos tristes, había sido, en una encarnación suprema, campeón de natación y bañero en la playa Roclaway.
Se nos advertía que siguiéramos atentos. Nuestra recompensa llegó a la semana siguiente: el señor Vitale anunciaba que el Viudo Negro estaba a punto de reiniciar su carrera. Había un poema en la vidriera, llamado "El sueño de Joe Vitale", en el que decía que había soñado con volver a conquistar el mar.

Al día siguiente apareció el anuncio final. En realidad era una invitación, y decía que se nos esperaba a todos en Rockaway el 20 de agosto, pues ese día pensaba unir esa playa con la de Jones, muy distante. El resto de ese verano, hasta esa fecha, el señor Vitale se pasó todo el tiempo sentado en la vereda, frente a su tienda, observando las reacciones de los traseúntes, y parecía como adormilado y lejano, asintiendo continuamente, sonriendo cortésmente cuando los vecinos se paraban para desearle buena suerte.

Durante un tiempo no pasó nada más. Luego, una mañana, el mundo se levantó y se burló del sueño de Joe Vitale. La historia apareció en todos los diarios, con fotografías en la primera plana. Fotografías tristes, porque no se lo mostraba en su momento de triunfo, sino de agonía, parado sobre la playa de Rockaway, rodeado de policías. Esta es la actitud que adoptaron casi todos los diarios: había una vez un viejo tonto que se cubrió el cuerpo con grasa y fue trotando hasta el mar, pero cuando los bañeros lo vieron nadando tan lejos de la costa, fueron en un bote y lo trajeron. Pero el hombrecito, tan cómico, volvió a meterse en el mar cuando se descuidaron los bañeros, que volvieron a llevarlo a la playa, y el Viudo Negro, arrastrado a la playa como un tiburón medio muerto, regresó para oír, no el canto de las sirenas, sino maldiciones, burlas, y los silbatos de la policía.

Lo correcto sería irle a decir a Joe Vitale que uno lo siente mucho, que piensa que él es un hombre muy valiente, decirle, pues, cualquier cosa: la muerte de un sueño no es menos triste que la misma muerte. Pero su negocio de reparación de radios está cerrado, desde hace mucho. No hay señales de él, y su poema se debe haber caído, porque ya no se lo ve.


Truman Capote
. Fragmento de "Nueva York", del libro Los perros ladran.

sábado, junio 20, 2009

cuando se arranca una flor

la rama vuelve a su posición primitiva;
con las cosas del corazón
no sucede de la misma manera;
así reflexionaba en voz alta y en ese
instante me sentí como liz taylor
en alguna de esas películas
en las que hacía un poco de sí misma,
un aire de majestad en el exilio
y la convicción secreta
de que el destino de toda mujer
al dar noticias o recitar axiomas
es el de no ser creída.


en el atrio ardía un vela
en un vaso de cristal rojo,
y en otro, a su lado,
alguien había colocado
un ramillete de espuelas de caballero
y el olor no se esparcía entre aquellos
que se preparaban para el entierro.

Patricia Suárez
, Secreto desencanto (Vox, 2008).





JUEGOS CON MI HIJA



Se tapa la cara
con un pañuelo azul, y
dice
que no está. Se cae el pañuelo
y mi hija aparece,
porque la iluminación
en un escenario no es real. Hay
un redondel de luz que se mueve
dentro y fuera de lo que estamos
viendo, y todo
lo que allí pase va a ser aceptado,
como quien acepta la historia.
Mi hija aparece tras el
pañuelo azul; su cara
se ilumina como en cualquier escenario,
y ahora dice que
está,
como quien confirma
la magia.

Irene Gruss
, La mitad de la verdad (Bajo la luna, 2008).